Todo el mundo te habrá felicitado el día de tu cumpleaños, yo también, vale, pero pensándolo bien, mejor te voy a felicitar seriamente ahora que ya ha pasado el día. Ahora realmente tienes cuarenta y tantos años. Ahora has pasado de ser simplemente ‘’mayor de edad’’ a ser ‘’de mayor edad’’, y en realidad la edad no es más que un numero, una cifra, pero a partir de ahora la edad ya no viene con un numero, viene en forma de experiencias, y por eso mismo querida mamá, nuestra edad empieza en este momento y precisamente en este momento, a estas horas del
4 de Octubre. No te voy a felicitar porque hayas cumplido un año más, te voy a felicitar por haber conseguido que durante estos últimos años me haya acordado de ti para decirte que tengo frío, que estoy cansado, que estoy contento, que necesito hablar, que tengo que contarte algo, que tienes algo que contarme, que me apetece salir, que me apetece ver una película, que me apetece quedarme en casa, que me apetece un abrazo, que no me apetece estudiar, cualquier sensación insignificante en cualquier momento. Hoy te voy a felicitar por haber sacado risas y sonrisas en los momentos que menos me habría imaginado o en los que menos ganas he tenido, por haber contado conmigo cuando has necesitado algo, por haber pensado en mí para decirme que tienes frío, que estás cansada, que estás contenta, que necesitas hablar, que tienes que contarme algo, que tengo algo que contarte, que te apetece salir, que te apetece ver una película, que te apetece quedarte en casa, que necesitas un abrazo, que no te apetece nada… aunque por eso no te voy sólo a felicitar, también te voy a dar las gracias. Y solo me queda decirte que espero poder hacerlo todos los dias 4 de cada mes, y de cada año durante mucho tiempo…
GRACIAS MAMÁ.
