jueves, 16 de diciembre de 2010

Aprender de los pequeños placeres

Es cierto que no podemos hacer todo lo que queremos, pero de vez en cuando es necesario que hagamos alguna locura. Cuando uno va a la sección de alimentos en un supermercado y ve algo de que siempre se ha encaprichado, lo coge del estante, pero al ver que esta marcado a 5.98$ el tarro lanza una exclamación y lo devuelve a su sitio para ir a comprar judías. Pues bien, daos alguna vez la satisfacción de comprar ocho tarros de esa clase, aunque resulten caros. Os lo merecéis.

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